Los detergentes para lavar la ropa son formulaciones químicas muy completas que consiguen lavar, higienizar y desodorizar la ropa combinando varias acciones. Si alguna vez te has preguntado de qué forma consiguen eliminar la suciedad, aquí tienes todas las respuestas.
Los detergentes contienen ingredientes que basan su eficacia en la polaridad, la ruptura de moléculas, etc. Lo explicamos fácil para que entiendas el proceso y elijas mejor el producto de lavado que necesitas la próxima vez que visites el supermercado.
Tensoactivos
Son los auténticos agentes de limpieza, unas moléculas incluidas en la composición de los detergentes para ropa que cumplen varias funciones simultáneamente: penetran profundamente en los tejidos y los humedecen; atraen la suciedad con la ayuda de la acción mecánica de la lavadora y la emulsionan en pequeñas burbujitas que se separan del resto de agua del lavado y que son finalmente arrastradas.
Los tensoactivos basan su eficacia en una sola molécula larga, que contiene sustancias solubles en agua (polares) y otras solubles en aceite (neutras), en ambos extremos. Estas sustancias interactúan sólo con sus iguales.
Actualmente se usan mayoritariamente los tensoactivos sintéticos, que se fabrican con derivados del petróleo, aunque también los hay naturales, hechos con aceites vegetales o grasas animales.
Descalcificadores
Sirven para mejorar la acción de los tensoactivos, ayudando a ablandar el agua, dispersar la suciedad y aportar alcalinidad. Contrarrestan la acción del calcio (cal) y el magnesio en las aguas duras, impidiendo que interfieran con los tensoactivos. A esta acción llegan por diferentes métodos: intercambio de iones, formando una solución con los minerales mencionados.
Alcalinos
Su función es la de elevar el pH del agua de lavador, ayudando a romper los componentes grasos y ácidos que conforman la suciedad. Se controlan mucho, porque un pH demasiado elevado daña los tejidos. Los principales son el carbonato sódico, el bicarbonato de sodio, los silicatos de sodio y el hidróxido de amonio.
Agentes repelentes de la suciedad
Una vez que la suciedad se ha desprendido de la ropa hay que evitar que vuelva a depositarse en ella. Es ahí donde actúan los agentes repelentes de la suciedad, que incrementan la carga negativa en la superficie de las telas para que ellas mismas repelan la suciedad, que también tiene carga negativa… La carboximetilcelulosa es eficaz con el algodón, mientras que la polivinilpirrolidona lo es con los tejidos sintéticos y con la lana.
Enzimas
Tienen un papel fundamental en los detergentes de lavadora para eliminar las manchas y cuidar los tejidos y los colores. En realidad, son las grandes aliadas de los tensoactivos. Rompen las moléculas largas de las proteínas, los carbohidratos y las grasas en trozos mucho más pequeños que son solubles en agua, o que por tamaño y polaridad son compatibles con los tensoactivos, permitiendo la acción de éstos sobre la suciedad.
Su inconveniente es que son eficaces en lavados a 40ºC de temperatura, pero se destruyen con temperaturas en torno a los 60ºC.
Las enzimas cuidan los tejidos de algodón suavizándolos, de tal modo que serán menos propensos a mancharse, y en caso de hacerlo, la suciedad se eliminará más fácilmente.
Oxígeno activo
Actúa eliminando las manchas de la ropa, pero también aporta blancura y brillo. Se puede usar en tejidos coloreados sin que el color sufra. Su modo de acción es oxidar la mancha, aceptando electrones de ésta. El ingrediente activo es el peróxido de hidrógeno.
Agentes antibacterias
Desinfectan e higienizan, matando a los microorganismos (bacterias, hongos y virus), pero también inhibiendo su crecimiento. Son muy eficaces eliminando malos olores de la ropa.
Unos interfieren en la síntesis de las proteínas, ácido nucleico o metabolitos de los microbios. Otros interfieren en la formación de su membrana. Los alcoholes y los cloruros de amonio cuaternario son agentes antibacterianos muy utilizados, aunque últimamente se ha especulado sobre la toxicidad de estos últimos y su utilidad real.